Zonas de aplicacion del Botox y beneficios de un tratamiento personalizado
La toxina botulínica, omúnmente conocida como Botox, es uno de los tratamientos estéticos más seguros y efectivos para prevenir y suavizar las líneas de expresión. Sin embargo, su éxito no depende solo del producto, sino de una correcta evaluación médica y una aplicación precisa en las zonas adecuadas.
En Oftalmo Esthetic, entendemos que cada rostro es único, por eso trabajamos con un enfoque personalizado y anatómicamente responsable, priorizando resultados naturales y equilibrados.

¿En qué zonas se puede aplicar el botox?
El botox actúa relajando de forma controlada los músculos responsables de las arrugas dinámicas. Las zonas más frecuentes de aplicación incluyen:
Frente
Suaviza las líneas horizontales causadas por la gesticulación, manteniendo una apariencia descansada sin rigidez.
Entrecejo
Conocidas como “líneas de enojo”, su tratamiento aporta un aspecto más relajado y juvenil al rostro.
Patas de gallo
Atenúa las arrugas alrededor de los ojos, respetando la expresión natural de la mirada.
Elevación de cejas
Permite un efecto lifting sutil, ideal para abrir la mirada y rejuvenecer el tercio superior del rostro.
Contorno ocular
Mejora la armonía de la zona periocular cuando se aplica con técnica especializada.
Sonrisa gingival
Reduce la exposición excesiva de encía al sonreír, logrando una sonrisa más equilibrada.
Bruxismo (maseteros)
Relaja los músculos de la mandíbula, disminuyendo dolor, tensión y afinando el contorno facial.
Cuello
Mejora la apariencia de bandas platismales, aportando un aspecto más firme y rejuvenecido.
La importancia de un tratamiento personalizado
Una aplicación correcta de botox requiere conocimiento anatómico, experiencia clínica y una evaluación individualizada. En Oftalmo Esthetic:
Analizamos la fuerza muscular y simetría facial
Respetamos la expresión natural del rostro
Utilizamos técnicas seguras y precisas
Buscamos resultados estéticos, no artificiales
Resultados naturales y seguros
Los resultados suelen apreciarse entre el tercer y séptimo día, alcanzando su efecto máximo a las dos semanas, con una duración aproximada de 4 a 6 meses, dependiendo del metabolismo y hábitos del paciente.